Mientras Europa reacciona y compra tiempo, la región se desacelera y se protege: el intervencionismo vino para quedarse y hay que aprender a “vivir con él”.
Ante este escenario, el país necesita una inserción internacional renovada que complemente lo que va quedando del perforado MERCOSUR. Uruguay deberá negociar waivers en la región y, tal vez, procurar integrarse a “clubes internacionales”.
La inflación, la política cambiaria y la inserción internacional dominarán la agenda nacional.